No te quedes inmóvil al borde del camino, no congeles el júbilo no quieras con desganas, no te salves ahora ni nunca, no te salves. No te llenes de calma. No reserves del mundo solo un rincón tranquilo. No dejes caer los párpados pesados como juicios. No te quedes sin labios, no te duermas sin sueño. No te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo.